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  • José David López/Soy 502

"Él es uno de los creadores del término Cooptación del Estado" Eduardo Salcedo-Albarán en


Reproducción parcial de la nota escrita por José David López, originalmente publicada en el portal Soy502,

Él es uno de los creadores del término "Cooptación del Estado"

Foto de Alejandro Balán/Soy502

Es filósofo y lo han llamado el Sherlock Holmes moderno que, con algoritmos, caza criminales. Es además uno de los creadores del concepto "Cooptación del Estado", el nombre de uno de los expedientes judiciales más emblemáticos en el país.

Su nombre es Eduardo Salcedo-Albarán. Es colombiano, pero sus métodos de investigación lo han llevado a Perú, Guatemala, México, Europa, África y a otras regiones que no recuerda en la entrevista que concedió en los últimos días de febrero en la Ciudad de Guatemala, un mes álgido en la política nacional.

"Un filósofo que concentra todas sus energías en entender fenómenos complejos, uno de esos es la criminalidad", responde cuando se le pregunta quién es Salcedo-Albarán.

El motivo de su visita es desconocido. Salcedo-Albarán sonríe antes de decir que no puede dar detalles sobre su estancia en el país, así como tampoco puede contar sobre los casos guatemaltecos en los que ha asesorado a los investigadores. Sin embargo, no escatima en explicar sobre sus teorías.

La primera vez que se planteó el término "Cooptación del Estado" fue hace diez años, en el libro La reconfiguración cooptada del Estado: más allá de la concepción tradicional de captura económica del Estado. Ese texto fue elaborado por Salcedo-Albarán, Isaac de León-Beltrán y Bernardo Guerrero, con la dirección acadèmica de Luis Jorge Garay Salamanca.

En Colombia, las relaciones entre políticos, empresarios y crimen organizado mutaban en los 2000, era un juego distinto de poderes y por lo tanto era necesario entenderlo y explicarlo. Fue así como nació la idea de crear un nuevo concepto que lo englobara.

¿Captura del Estado? ¿Cooptación del Estado?

En el pasado, sobornar y enriquecer ilícitamente a los funcionarios era el camino tradicional que los grupos económicos usaban para influir en políticas y leyes. De esa manera, las autoridades estatales se convertían en una especie de subordinados de estos sectores a cambio de las dádivas. Esa dinámica fue dominada como "Captura del Estado", de acuerdo con Salcedo-Albarán.

Pero ese engranaje en Colombia cambió. Nuevos actores surgieron y nuevos mecanismos se instauraron. El sector económico ya no era el único. Los grupos criminales, como los dedicados al narcotráfico y el lavado de dinero, también se sumaron.

Así, el sector económico, los grupos de crimen organizado tradicionales y funcionarios empezaron a formar parte un juego en el que todos ganaban, una dinámica en la que el liderazgo no recaía sobre una persona. Eran relaciones que no tenían únicamente un fin económico, sino una superestructura en la que políticas, leyes, influencias, delitos, sobornos y negocios legalizados se establecían como un sistema, uno que luego fue denominado "Cooptación del Estado" por Salcedo-Albarán y sus compañeros.

¿Pero cómo se evidencia o se demuestra la existencia de un engranaje enorme como ese? La respuesta es una telaraña de igual magnitud que se hila gracias al cruce de nombres, direcciones, fechas, empresas, cheques, facturas y cualquier otro documento que demuestre la interacción entre los personajes que conforman este tipo de organizaciones.

Este es un ejemplo de cómo se conforma una superestructura construida por Salcedo-Albarán y Garay Salamanca. En este caso se visualizan las interacciones y conformación del mando interno de Los Zetas. (Imagen: Structure of a Transnational Criminal Network: “Los Zetas” and the Smuggling of Hydrocarbons)

Esa quizá sea la manera más simple de sintetizar la explicación de Salcedo-Albarán sobre el complejo procesamiento de grandes volúmenes de datos que se realizan a través de programas creados específicamente para analizar este tipo de información. A esa tarea se ha dedicado en los últimos años. Su primer paso, dice, fue teorizar y luego encontrar las herramientas para demostrar su hipótesis.

Salcedo-Albarán, de 37 años, estudió filosofía y mientras cursaba los primeros semestres de esa carrera en la Universidad del Rosario, Colombia, decidió investigar los motivos que llevaban a los delincuentes que cometían hurtos a ser tan violentos con su víctimas. Esa fue la primera vez que estudió los fenómenos criminales, pero el origen de su interés fue un personaje famoso, uno de los narcotraficantes más conocidos en los últimos años, se trata de Pablo Escobar.

"Crecí con las noticias de explosiones durante la época de Pablo Escobar. Yo era pequeño, escuchaba las bombas, todavía las recuerdo. Afortunadamente ninguno de mis familiares fue afectado, pero no entendía cómo alguien llegaba a ese punto. Uno de los atentados que más me impresionó fue uno ocurrido durante el Día de la Madre, hubo dos bombas que explotaron en dos centros comerciales", cuenta Salcedo-Albarán.

¿Y en Guatemala?

"Es casi una tarea de evangelización al comienzo", comenta entre risas Salcedo-Albarán. Se refiere a su labor en Guatemala, donde ha asesorado a los investigadores en la construcción y el análisis de redes criminales.

Para el colombiano, los métodos de investigación usados por el MP han mejorado; sin embargo, señala que aún hace falta mucho por cambiar. Expone que en Latinoamérica no se acostumbraba a perseguir superestructuras, sino a algunos involucrados en un acto específico de corrupción y no a todo el sistema que facilitó que ocurriera.

Ejemplifica su teoría con las investigaciones contra Alfonso Portillo, en las que unos pocos fueron acusados, a diferencia de lo que ha sucedido en el país desde 2015, con las distintas estructuras criminales develadas. "Ya no se trata de criminales que lideran una estructura piramidal, sino de organizaciones que interactúan de una manera más compleja", explica Salcedo-Albarán.

El mismo caso Cooptación del Estado también es mencionado por el asesor, pues este proceso demostró cómo funcionarios, empresarios y una compañía de comunicación estaban implicados, además de estar ligados con La Línea, la organización dedicada a defraudar en las aduanas, así como con otras develadas por el MP y la CICIG.

"Es tejer, tejer y tejer", así resume la forma en que se consigue demostrar la existencia de una estructura criminal por medio de bancos de datos masivos que provienen hasta de las intervenciones de llamadas telefónicas. Eso ha demostrado su trabajo hecho también desde la Fundación Vortex, una agrupación que dirige con Luis Jorge Garay Salamanca.

Salcedo-Albarán reconoce que el trabajo que realiza el MP y la CICIG es insuficiente; considera que es necesaria una reforma política en el país que debe ser liderada por los ciudadanos y en especial por los empresarios, pues la puerta para que se establezcan estas estructuras ilícitas son los partidos políticos.

"Es necesario que las élites económicas adopten la cultura de la legalidad. Es necesario que entiendan que, si siguen jugando como hasta ahora, podrán perpetuar los sistemas de corrupción en Guatemala, pero quedarán fuera de las olas de desarrollo mundial", asegura.

Sin embargo, se le cuestiona que un país desigual como este parece imposible que ese cambio ocurra. A pesar de ello, Salcedo-Albarán afirma con seguridad que hace diez años en Guatemala no se creía que hubiera una Fiscal General como la de hoy.

 

Nota original escrita por José David López, publicada el 26 de marzo en Soy502.


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