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Luis Jorge Garay en CNN-Expansión


‘Lavado’: un delito que nadie quiere ver

Todos discuten quién lo debe perseguir, mientras jueces y legisladores omiten o suavizan el castigo.

La ciudadanía debe evitar la ilegalidad

Para tener los incentivos adecuados para combatir el blanqueo de recursos, la única solución es contar con un sistema robusto de leyes, que cumpla a cabalidad, con sanciones adecuadas, comenta Enrique Cárdenas, del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

Ante las lagunas legales, es importante apoyar el combate antilavado con otras políticas de gobierno como la de extinción de dominio, dice Luis Jorge Garay, ex consultor del Banco Interamericano de Desarrollo.

La extinción de dominio pone la carga de la prueba en los criminales, quienes tienen que comprobar que sus propiedades fueron bien habidas, y no al revés, que sea el Estado el que deba probar que los activos se obtuvieron de forma ilícita.

Hoy en día, quizá sólo existe un incentivo para luchar contra este delito. "El lavado de dinero tiene consecuencias negativas para el sector privado, pues la criminalidad va acabando con áreas completas de negocios y también impide la llegada de inversión", dice Luis Foncerrada, presidente del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

Por su parte, Garay afirma que el peor efecto de una lucha infructuosa contra ladelincuencia organizada y sus recursos es que, "por acción o por omisión, legitime la ilegalidad".

A México le está pasando lo que a Colombia en los años 90: el narco primero atrajo a los sectores más pobres y vulnerables. Después, el incentivo del "dinero fácil" llevó a las filas delictivas a otros sectores, incluso a empresarios, declara Garay.

Lo que empieza a ocurrir es una "aculturación delictuosa", que distorsiona el Estado de Derecho, los valores y la cultura ciudadana, añade.

"Para revertir la desesperanza, se necesita una participación ciudadana decidida que impulse los valores y la cultura, y en la que participen banqueros, empresarios, maestros, intelectuales, obreros y estudiantes", concluye.

(Con información de Ariadna García y Óscar Machado)

Por: Genaro Mejía

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