“Puede que en el futuro las autodefensas en México se conviertan en grupos paramilitares como en Colombia; los riesgos existen”, advierten Luis Jorge Garay y Eduardo Salcedo, especialistas colombianos en crimen organizado.
Ambos expertos señalan a RNW las consecuencias que acarrea legalizar a las autodefensas: “ No se sabe de dónde obtienen las armas, el financiamiento, la procedencia y cuáles sean los fines últimos de las autodefensas. Después del control de territorio, viene el control social y luego el control político”.
Como ya es sabido, en el nuevo milenio, los grupos del crimen organizado en México se multiplicaron, dividieron y subdividieron. Los viejos cárteles se dedicaron a la producción, traslado y venta de drogas duras y sintéticas, pero los nuevos, buscando sacar dinero de donde fuera, se dedicaron a los secuestros, robos, extorsiones, tráfico de personas, esclavitud y prostitución forzada de las víctimas.
“El gobierno no reaccionó. No frenó en seco a los criminales ya fuera por miedo o por corrupción”, agrega el periodista michoacano Jesús Lemus.
Los lugares donde el Estado y las instituciones están ausentes producen un vacío de poder que es llenado inmediatamente por el crimen organizado. Y eso pasó en Michoacán.
Cherán, indios purépechas en rebeldía.
En el pueblo de Cherán, los pobladores se hartaron de pedirle a todas las autoridades que detuviera y castigara a los talamontes que habían convertido a sus bosques en un paraje lunar. Exigieron justicia ante la ola de asesinatos y desapariciones. La gente denunció la complicidad de la policía con el crimen organizado. Ante la indiferencia oficial, la gente hizo de tripas corazón, se armó, expulsó a los talamontes y también a la policía, al presidente municipal y a todos los funcionarios oficiales.
Michoacán es una zona muy rica en recursos naturales. Los Zetas se dieron cuenta de esto y llegaron a extorsionar a todos, desde el vendedor de jugos en la esquina hasta el presidente municipal. Al que no pagaba, lo descuartizaban vivo. Los Zetas se adueñaron del presupuesto de muchos municipios; la policía municipal estaba a su servicio. Zetas llegaron a los ranchos con todo y notario público para despojar a los propietarios, quienes tenían que “ceder oficialmente” sus tierras, sus tiendas, sus fábricas, sus casas, todo.
Muchos se hartaron y se organizaron en un grupo originalmente de autodefensa conocido como La Familia Michoacana. Dicha asociación tuvo como objetivo principal expulsar a los Zetas de Michoacán y lo lograron, pero la Familia Michoacana hizo exactamente lo mismo que los Zetas, pero con mayor brutalidad.
La Familia se hizo con el control total, incluso el puerto de Lázaro Cárdenas, la puerta naviera más importante de México a los países del Pacífico.
La Familia Michoacana se divide y nacen Los Caballeros Templarios.
Llegó el Ejército mexicano y se enfrentó a balazos con la Familia Michoacana el 9 de diciembre del 2010. El gobierno de Felipe Calderón anunció que en la refriega había muerto el jefe de la organización criminal, Nazario Moreno, alias El Más Loco o El Chayo; pero no era cierto. El Chayo siguió delinquiendo.
El domingo 9 de marzo en una refriega con elementos de la Marina murió acribillado El Más Loco y por su ADN se comprobó que, efectivamente, era él.
La Familia Michoacana era una mezcla entre grupo delictivo y secta religiosa. El Chayo, su líder dado por muerto fue considerado santo y, en el lugar donde supuestamente cayó se erigió una estatua de oro con piedras preciosas, custodiada por hombres armados.
En La Familia se produjo una lucha intestinal que terminó en una escisión y ésta a su vez fundó Los Caballeros Templarios. Nazario Moreno, Servando Gómez Martínez, La Tuta y Enrique KikePlancarte Solís fueron sus líderes. Los Templarios se presentan como soldados de Cristo, celadores del Santo Sepulcro pero, en realidad, son criminales que conjugan lo peor de los Zetas y de la Familia Michoacana. Saquearon Michoacán, además, se apropiaron del principal puerto mexicano en el Pacífico, Lázaro Cárdenas para desde ahí exportar, drogas y miles de toneladas de hierro obtenidas ilegalmente, y provocaron daños ecológicos y sociales como nunca antes fueron vistos en la región.
El 3 de marzo de 2014, fuerzas federales y estatales decomisaron a los Templarios 119 mil toneladas de hierro y 124 vehículos de maquinaria pesada. Todo el hierro era vendido a China.
¡Báñame a tu hija que al rato vengo por ella!
La gota que colmó el vaso fue cuando Los Templarios empezaron a secuestrar a mujeres y niñas para prostitución forzada y esclavitud sexual. Más tarde, en enero del 2013 nacieron varios grupos llamados autodefensas para enfrentarse a los Templarios. Se equiparon con armas de alto calibre. Diariamente hubo decenas de muertos de ambos bandos. A finales del 2013 el Gobierno Federal decidió intervenir para desarmar a las Autodefensas, pero éstas no lo permitieron. En una agitada discusión, un soldado – según la versión oficial- se puso nervioso y abrió fuego contra civiles que atestiguaban la polémica. Oficialmente hubo un muerto, pero los testigos contaron once, entre ellos una niña de once años.
¡No nos desarmamos y háganle como quieran!
Las Autodefensas, anunciaron que no se desarmarían y que no cesarían su lucha hasta la captura y castigo de los Templarios y de sus cabecillas. Además, empezaron a “limpiar” pueblos de criminales y con todo y sus protectores. Semana a semana avanzabon hasta llegar a Apatzingán, el bastión de los Templarios.
El gobierno federal dio un golpe de timón anunció que no desarmaría a las Autodefensas y mediante un acuerdo firmado, las legalizó el 3 de febrero de 2014. Ellas fueron reconocidas oficialmente e incorporadas a los Cuerpos de Defensa Rurales.
Alfredo Castillo, comisionado especial para Michoacán, se reunió con los líderes de las autodefensas para planear una estrategia conjunta.
Cotidianamente la prensa confunde a la policía comunitaria con las autodefensas y son dos cosas muy distintas. Las policías comunitarias son indígenas. El cargo de guardián es rotativo y no son profesionales en el sentido occidental de la palabra.
¿Los narcos se montan en las autodefensas?
El periódico Reforma publicó que Juan José Farías, alias El Abuelo, jefe de una de las autodefensas, es también miembro de Los Valencia un grupo de narcotraficantes. Según Reforma, en 2009, la Procuraduría General de la República lo detuvo y fichó por ser lugarteniente del Cártel de Los Valencia. Los cargos que la PGR le imputó al Abuelo fueron narcotráfico, lavado de dinero y delincuencia organizada. Farías fue hallado culpable y sentenciado a tres años de prisión. El Abuelo perteneció al Ejército mexicano y contrató Kaibiles para enfrentar a los Zetas en Michoacán.
De ser ciertas tales afirmaciones significaría que narcos y delincuentes de grupos rivales a los Templarios se mezclaron con las autodefensas, lo cual conduce a varias preguntas: ¿Lo saben los miembros de las autodefensas? ¿Acaso las autodefensas aprovechan que esos narcos tienen acceso a armas de alto poder?
En el 2014, la revista Proceso publicó que El Abuelo adquirió en 2007 en Centroamérica un arsenal consistente en 200 fusiles AK 47 llamados cuerno de chivo, rifles de asalto MP5 y lanzagranadas.
Hipólito Mora, uno de los líderes fundadores de las Autodefensas de La Ruana, reconoció que El Abuelo colabora con las autodefensas desde hace mucho tiempo y que lo conoció como un “hombre serio”, según la revista.
Hipólito Mora fue detenido el 10 de marzo acusado de su posible participación en el asesinato de dos líderes de autodefensas que fueron ex templarios Rafael Sánchez alias El Pollo y José Luis Torres Castañeda. El 11 de marzo los uniformados impidieron una balacera entre dos grupos de Autodefensas.
“Los riesgos para el Estado de Derecho son altísimos. Una vez vencido el enemigo común, vendrá la lucha entre ellos”, sostienen Luis Jorge Garay y Eduardo Salcedo.
Y agregan: “nacen ilegales, se convierten en la figura de autoridad y eso hará imposible que abandonen el poder que consoliden y seguirán avanzando”.
Eduardo Buscaglia, experto de la Universidad de Columbia, señala que las autodefensas son muestra clara de un Estado Fallido: “Son una invitación a que otros grupos tomen las armas. Ya existen autodefensas en otros estados. Con su legalización se convalida un vacío de Estado”.
“No son autodefensas en el sentido social estricto como en Cherán. En la mayoría de los casos son grupos armados financiados por empresarios asustados, comerciantes asustados, grupos criminales que son usados ofensivamente para limpiar una región de grupos adversarios.
La mayoría de estos grupos es paramilitar. No tienen ideología. Las autodefensas tienen armas exclusivamente provistas por su población y no tienen financiamiento externo. Se está creando un monstruo aún mayor del que ya se tiene”, dice el experto.
El texto original de éste artículo fue publicado por elToque en la dirección: http://eltoque.com/texto/la-gramatica-de-un-estado-fallido